Para entender mejor el concepto de Web 3.0, es conveniente hacer un repaso desde la web 1.0 hasta la 3.0.
Las Web 1.0 eran sólo de lectura, mostraban una información y los usuarios básicamente eran consumidores de esa información. Las páginas en su gran mayoría eran estáticas.
La segunda etapa, la Web 2.0 llegó de la mano de las webs colaborativas donde los usuarios dejan de ser totalmente pasivos y comienzan a aportar conocimientos, comentarios, etc. Dentro de esta etapa podríamos incluir las redes sociales.
Y finalmente llegamos a la web 3.0 en la cual introducimos el concepto de web semántica, intentando hacer que la navegación se adapte a los gustos del usuario.
Por tanto, la principal característica de la web 3.0 es que ya no solo se va a poder conversar como pasaba en la 2.0, sino que ahora se va a permitir actuar de forma proactiva, ayudando a los usuarios a realizar una navegación más personalizada, con el objetivo de encontrar la información que estamos buscando y necesitamos.
Esto se puede conseguir gracias a los avances tecnológicos, que permiten que las máquinas sean las encargadas de buscar y descubrir la información por nosotros.
Estos cambios que produce la Web 3.0, ya los estamos viendo en el día a día cuando nos metemos en cualquier página y nos salen noticias o anuncios relacionados con nuestros gustos, nos salen en las redes sociales personas a las que nos podría interesar seguir o incluso cuando compramos en Amazon, nos dicen otros productos similares recomendados especialmente para ti.
Por tanto, la web 3.0 es creada gracias a que te conoce a ti y a millones de personas y va formando un algoritmo en base a las decisiones de millones de personas con gustos similares a los tuyos, así como por tus búsquedas previas, etc.
Ahora bien, esto plantea el problema de la cesión de datos y de la pérdida de privacidad con el fin de conseguir una mejor experiencia en la red.
Por ello nos surge la pregunta de ¿existirá algún modo de conseguir esa comodidad sin tener que ceder nuestra privacidad?
Bien pues esto lo intentaremos resolver en posteriores capítulos.
Ahora vamos a seguir indagando un poco más en las características de la Web 3.0
Web semántica
¿Cuál es la diferencia entre “I love Bitcoin” y “I <3 Bitcoin”?
La sintaxis en estas dos frases es distinta, pero la semántica es la misma. Ambas frases quieren expresar lo mismo, su amor hacia el Bitcoin.
Es por ello que la semántica lo que pretende es analizar el significado o la emoción que queremos transmitirle en la búsqueda, y en este caso, ambas frases tienen el mismo significado.
La web semántica junto con la inteligencia artificial son las dos piedras angulares de la web 3.0. La web semántica ayudará a enseñar a la computadora lo que significan los datos y eso evolucionará a la inteligencia artificial, que podrá utilizar esa información.
La idea central es crear una telaraña de conocimiento a través de Internet que le ayudará a comprender el significado de las palabras para generar, compartir y conectar contenido a través de la búsqueda y del análisis, con el resultado final de dar una mejor experiencia al usuario.
Inteligencia artificial
La IA permitirá a los sitios web filtrar y presentar a los usuarios los mejores datos posibles.
Actualmente en la web 2.0, hemos comenzado a tener en cuenta las opiniones de los usuarios para ayudarnos a comprender la calidad de un producto.
Un ejemplo de ello son las películas que tengan una calificación más alta y que serán consideradas como «buenas películas».
Estas listas nos ayudan a llegar a los «buenos datos» sin pasar por «malos datos». Es decir, nos permiten filtrar la información.
Sin embargo, el ser humano no es incorruptible, y en ocasiones puede alterar estos datos en su interés.
Es por ello que la inteligencia artificial puede aprender a como separar estos datos informativos que dan las personas en buenos y malos y por tanto, confiando en dar una información fiable, sin temor a que esté alterado por los usuarios para conseguir objetivos particulares.
Diseños 3D
La Web 3.0 va a cambiar el futuro de Internet pasando de la simple web 2D a un ciber mundo tridimensional más realista. El diseño 3D, ya se está utilizando ampliamente en sitios web y servicios en la Web 3.0, como en los juegos en línea, comercio electrónico, industria inmobiliaria, etc.
Piensa por ejemplo en juegos en línea como Second Life o World of Warcraft, donde los usuarios están mucho más interesados en el bienestar de sus avatares en línea que en su yo real.
Es aquí donde se puede desarrollar la idea del metaverso, que veremos en capítulos próximos, y que, aunque pueda parecer una locura, hay que recordar que, a inicios de este siglo, solo unas pocas personas tenían un correo electrónico.
Omnipresente
En cierto modo, esta característica ya está presente entre nosotros, y eso lo podemos apreciar muy bien con Instagram, donde podemos subir una foto nuestra en cualquier momento, siendo accesible para todo el mundo en cualquier momento y lugar.
La Web 3.0 también puede llamarse la web de todo y en todas partes, ya que la mayoría de las cosas a su alrededor están conectadas en línea, también conocida como Internet de las Cosas (concepto que se explicará mucho mejor cuando analicemos la criptomoneda).